domingo, 15 de junio de 2014

Shrek, el musical

La Madeja del Gato (ogrorosamente musical)
Madeja #268
Por Christopher Vergara

La cinta animada Shrek, estrenada hace trece años representó, sin duda alguna, un parteaguas en la animación cinematográfica. Significó el primer éxito masivo de DreamWorks y su consolidación como el otrora poderoso rival de la casa Disney y estableció la formula de la casa (que sea una formula afortunada o no, es otra cosa) con un humor irreverente, cargado de referencias pop y en el caso de Shrek, con una ácida mofa de la formula Disney (Jeffrey Katzenberg tuvo su venganza personal contra Disney, pues). 

Siguiendo la tónica que impulsó en Disney, Katzenberg convirtió su cinta animada en una franquicia que tuvo tres secuelas, un spin-off del Gato con Botas, y algunos especiales y cortos lanzados directo a video o televisión. La idea de llevar la cinta al teatro mediante un musical de Broadway era francamente obvia e inevitable (aunque pudiera sonar bastante disparatada), así desde mediados de 2002 se empezó a desarrollar el proyecto teatral que tuvo sus primeras pruebas en 2007, para estrenar en una prueba fuera de ciudad en Seattle entre agosto y septiembre de 2008. 

Para este musical, DreamWorks Theatricals (la división teatral del estudio) contrató a David Lindsay-Abaire como guionista y letrista (autor de Rabbit Hole y guionista de El Origen de los Guardianes) y a Jeanine Tesori como encargada de la música. La obra estrenó en Broadway en diciembre de 2008 y cerró temporada en enero de 2010 tras 441 funciones y sin recuperar su inversión inicial de 25 millones de dólares. Pese a recibir en general buenas críticas, el musical falló en conectar con la audiencia teatral. 

Desde su estreno en 2010, DreamWorks puso a disposición la licencia internacional del show. A diferencia de los estrictos criterios de producción de Disney (que habitualmente co-produce sus obras a nivel internacional en razón de que buscan reproducir en la medida de lo posible el show de Broadway), DreamWorks puso a disposición el texto y la música, dando mayor libertad a los licenciatarios para que produjeran su propia versión local. Así es como la obra estrenó en Madrid en 2011, de la mano de la productora Theatre Properties, teniendo una exitosa temporada en Madrid, así como una gira en España, Montevideo, Uruguay, República Dominicana y Lima, Perú. Esta es la producción que actualmente tenemos en México.

Presentada y producida por Gerardo Quiroz, Darío de León de Generamusica y Rodolfo Ayala de Showtime, Shrek, el Musical recrea la historia conocida en la primera película. Shrek (Lalo Manzano y Mario Filio, alternando rol) es un ogro de los pantanos que una buena mañana descubre su pantano repleto de seres fantásticos (Pinocho, Peter Pan, los Tres Cochinitos, etc) quienes por ordenes de Lord Farquad (Adal Ramones y Reynaldo Rossano) han sido expulsados de Duloc. Sin ganas de quedarse con esos visitantes, Shrek decide visitar a Farquad, quien le promete su pantano libre de seres de cuento si logra liberar a la Princesa Fiona (Natalia Sosa y Silvia Villaú), a quien busca desposar y quien vive custodiada por una Dragona (Paloma Cordero y Angie Vega). Shrek, junto con el parlanchín Burro (José Luis Rodríguez y Edgar Cañas) emprenden la busqueda en la cual el ogro más gruñon del pantano conocerá el amor verdadero. 

En términos de guión, el musical sigue de forma muy fiel la película, sin ampliar o introducir de forma innecesaria partes en la historia. El guión de Lindsay-Abaire sigue de forma fiel la película. Las canciones, aunque sin presentar un número memorable que se te quede en la cabeza saliendo de la función, en general son agradables y visualmente atractivas, además de útiles a la historia, al hacerla que avance y permitirnos conocer de mejor manera a los personajes. Salvo un par de canciones durante el segundo acto que ralentizan el ritmo de la historia y suenan innecesarios, en general el libreto y canciones son buenas. 

La adaptación de Juanjo de la Fuente y Silvia Villau (en el guión español) y Carlos Pascual (en el guión mexicano) es adecuada. Los chistes están bien colocados, los que son de color son inofensivos y divertidos, y en general las canciones están adaptadas con buena letra, algunas partes son algo ininteligibles, pero eso es algo común en las adaptaciones al español. Quizá el número final suena raro con ese spanglish en I'm a Believer, pero se entiende buscando presevar el conocido coro de la canción en inglés. 

La producción es de primer nivel. Me atrevo a decir que este es el musical más grande que han producido estos productores (incluso tal vez más que Cats de Gerardo Quiroz) y muy en la linea del nivel de producción de Ocesa, lo cual son magníficas noticias ya que tener siempre más opciones con tan buen nivel es apreciable. Como dije, ésta es la producción española (escenografía, utilería, vestuario, etc) y el equipo creativo principal también lo es. Tal como en España, Tomás Padilla repite en la dirección, Juanjo de la Fuente en la dirección actoral, Lamberto García en la coreografía y Silvia Villaú (quien además repite como Fiona) como coach vocal, asistente de dirección y adaptadora del guión. En general hay pocas quejas en ese aspecto. 

Uno de las cuestiones que mayor recelo me generaba de la producción de Shrek es lo complicado visualmente que resulta trasladar una cinta de animación completamente caricaturizada a un contexto teatral. Temía que el resultado fuera ciertamente espantoso o cutre a nivel visual. Sin embargo, gratamente la traslación visual es muy afortunada. Las escenografías están diseñadas ingeniosamente y son bastante variadas (tenemos escenas en el pantano, el castillo de Farquad, la Iglesia, el bosque, el castillo de la Dragona, etc). 

Sin embargo, más allá de la deslumbrante producción y el afortunado equipo creativo detrás, lo que realmente resalta de ésta producción es el fantástico elenco de Shrek: un conjunto de talentosos actores y cantantes que dejan su alma en el escenario y realmente nos muestran lo orgullosos que podemos estar de contar con tanto talento en nuestro país. 

Lalo Manzano está fenomenal como Shrek, no recicla lo visto en pantalla, sino que crea su propia versión, igual de carismática pero más tierna del personaje. Natalia Sosa brilla de forma impresionante como Fiona, no sólo por la envidiable voz que posee Sosa, sino por esa interpretación que nos regala tan llena de la inocencia y autodescubrimiento que experimenta Fiona. Edgar Cañas encanta como Burro, que tenía ante si el fantasma tan fuerte de alguien como Eugenio Derbez. Cañas saca adelante el personaje y sin quitarle ese sabor mexicano crea su propia e hilarante versión. Finalmente Reynaldo Rossano es encantador como Lord Farquad, más allá del gran esfuerzo físico que representa dar una función completamente en rodillas, Rossano logra fusionar su propio personaje con el de Farquad para crear el mirresuki de Duloc por excelencia. 

Pero el elenco no es sólo fenomenal ahí, Mauricio Hernández es una delicia como Pinocho, dotando de gran vivacidad y carisma al alocado personaje, quien hace buena dupla con Pablo Rodríguez quien como Peter Pan y el Flautista de Hamelín nos regala buenos momentos (ese número con los ratones y Fiona bailando tap es francamente alucinante). Naydelín Navarrete como el Hada de Azúcar y la voz detrás de Ginty la galleta de jengibre está totalmente deliciosa, finalmente Natalia Saltiel, José Roberto Ahued y Florencia Cuenca como los cochinitos se llevan grandes momentos. En general todos los personajes del pantano son francamente encantadores. 

Solo tengo problemas con dos personajes: el Lobo Feroz (interpretado por Sergio Elizalde) que exagera de forma hasta ofensiva el personaje de la cinta. El personaje está construido para ser un lobo amanerado y hasta travesti (para decirlo claramente es un lobo joto), lo cual me parece francamente desafortunado. Además de que es completamente innecesario, se ve de mal gusto, desentona con el tono de la obra y sólo genera o repite esquemas de homofobia ciertamente indeseables. 

Por otra parte la Dragona me genera ciertos problemas. Y creo que a todos. El gran problema desde los try-out de Seattle ha sido la Dragona que ha tenido rediseños, transformaciones y hasta reconceptualizaciones. En la versión actual, la Dragona es una marioneta gigante visualmente muy atractiva y bonita, además de una mujer cantante. Eso es lo que me hace ruido, más alla de que me parece algo muy innecesario (en la cinta la Dragona ni habla) y que sus canciones en realidad no aportan gran cosa, visualmente si es muy extraño ver por un lado a la Dragona marioneta y a la Dragona cantora, no hacen bien conexión. 

A nivel personal mis numeros favoritos son Hoy va a Suceder (el número I Wish de Fiona, interpretado por el personaje en su infancia, adolescencia y edad adulta, una canción realmente tierna y bellamente interpretada), Quisiera Ser, el cierre del primer acto, una desgarradora canción donde Shrek cuenta lo que quisiera ser, Buenos Días, donde Fiona baila con los ratones ciegos, Orgullo Freak, una especie de celebración de los marginados que hacen los seres de cuento y claro, I'm a believer, un gran cierre del musical. 

Shrek, el musical es una divertida y agradable producción de alta calidad que recrea los mejores momentos de la película con unas entretenidas y visualmente atractivas canciones, pero es en su carismático y talentoso elenco donde reside el alma y corazón de ésta producción, que mostró que hasta los ogros, encuentran el amor verdadero y viven felices para siempre. 

El Último Hilo: Ya le urge nuevo nombre al Centro Cultural antes Telmex... Se oye muy triste y sin personalidad eso de Centro Cultural. Si no tendrá patrocinio al menos algo que lo identifique, ¿no?. 

Y en la próxima madeja: Circos sin animales.

jueves, 5 de junio de 2014

Maléfica

La Madeja del Gato (sin pincharse el dedo)
Madeja #267
Por Christopher Vergara

Los cuentos de hadas necesitan, como todas las cosas que desean mantenerse vigentes, actualizarse de tal forma que les permita seguir siendo vigentes e igual de apelables y relacionables con el público al cual están dirigidos. Disney, que por consecuencia de haber interpretado esos cuentos durante el siglo pasado, se ha convertido en una suerte de guardián de los mismos, es quien con mayor fuerza tiene ese reto. Hacer que esos cuentos de hadas no pierdan su esencia, a la vez que sean aptos para los tiempos que ahora vivimos. Maléfica, es un buena prueba de ello. 

Tras el descomunal éxito de Alicia en el país de las Maravillas y Oz, El Poderoso, que recaudaron más de mil millones de dólares y casi quinientos millones de dólares en todo el mundo respectivamente, Joe Roth, productor de ambas cintas y Disney se lanzaron a la búsqueda de otros clásicos de la literatura o la tradición oral que pueda ser reinterpretado, siendo Maléfica, la villana creada por Marc Davis en 1959 para el filme La Bella Durmiente la elegida. 

En su concepción, Maléfica bebe de muchas fuentes. Obviamente hay una clara influencia de la popular novela y musical Wicked, en cuanto a la narración de clásicos vistos a través de los ojos de los villanos, pero también hay una fuerte influencia visual y narrativa de Alicia y Oz, además claro de una fuerte carga de la historia misma de Disney y la forma como se han tratado los cuentos de hadas en tiempos recientes con protagonistas mucho más independientes y complejas que las de las princesas clásicas, como la misma Aurora. 

Robert Stromberg fue elegido como director de la cinta, lo cual representó su debut como director, tras haber fungido como director de arte en Avatar, Alicia y Oz. Como guionista fue elegida Linda Woolverton, quien cuenta en su haber con los preciosos guiones de La Bella y la Bestia y El Rey León pero también ese crimen delictivo que es Alicia (un filme cuyos tremendos fallos están en el guión y en menor medida en la dirección). Finalmente y como es obvio, Angelina Jolie fue elegida en lo que desde el principio fue un pet project personal, en el cual además de protagonista funge como productora ejecutiva. El siempre afable y necesario Don Hahn también produce.

Maléfica, respeta en líneas generales el marco o historia de La Bella Durmiente, el clásico de Disney del cual bebe aunque transforma o altera ciertos eventos claves. Maléfica (Angelina Jolie) es un hada del bosque que debido a su fuerza se convierte en protectora de las criaturas mágicas que viven en el y constantemente están amenazadas por el hombre. Cuando joven, Maléfica conoce y se enamora de Stefan (Sharlto Copley) un ambicioso joven que años después la traiciona con tal de ganar la corona del reino. 

Maléfica enojada y lastimada, como venganza lanza aquel infame hechizo sobre la joven bebe Aurora, según la cual al cumplir los dieciséis años se pinchará el dedo con la aguja de una rueca y caerá en un sueño de muerte del cual sólo despertará con un beso de amor verdadero. Tal como en la cinta, Aurora queda a cargo de tres incompetentes hadas, aquí renombradas como Knotgrass (Imelda Staunton), Thistlewit (Juno Temple) y Flittle (Lesley Manville) y de forma indirecta de Maléfica quien junto con Diaval (Sam Riley) su fiel cuervo, cuidan de la niña durante muchos años, hasta que se transforma en una hermosa jovencita (Elle Fanning) próxima a cumplir los dieciséis años marcados en la maldición. 

Ésta nueva versión de Maléfica, respetando el género de cuento de hadas y las reglas que lo rigen, toma un nuevo cariz feminista y ambientalista que es claro en el sencillo pero afortunadamente funcional guión de Woolverton.

Una de las críticas más consistentes a La Bella Durmiente es que es una historia profundamente perpeturadora de estereotipos femeninos y masculinos. Y con cierta razón, de las doce Princesas Disney, Aurora es la más pasiva en su película, dedicándose a ver como le suceden los eventos, y siendo rescatada por Felipe (que a contrario sensu es uno de los príncipes más activos e involucrados en la historia, que no se limita a sólo llegar y dar besos como el de Blanca Nieves). Maléfica cambia ésto, no reforzando la historia de Aurora que sigue siendo una inocente joven de dieciséis años, siendo fortaleciendo el personaje de Maléfica.

Además de una delicia visual y de esta interpretada fenomenalmente, Jolie borda una Maléfica fuerte, autónoma, independiente, un prototipo de una mujer actual y contemporánea. Además al darle un background que explica sus motivos y acciones e incluso su acercamiento a la oscuridad, el personaje se vuelve empático, se convierte en una heroína e incluso un modelo a seguir para las jóvenes actuales. Lo cual la verdad sea dicha no está mal. La temática ambiental viene en el sentido de que Maléfica en la búsqueda de su protección de páramo donde vive, no hace más que una alegoría sobre el hombre y como destruye los recursos naturales que tiene a su lado. 

La historia además tiene una hermosa reflexión sobre el amor verdadero. Un embrollo que nace a consecuencia del famoso hechizo que Maléfica lanza a Aurora. A diferencia del clásico animado, esta reversión descalifica ese amor al establecer que el amor verdadero es algo que nace poco a poco, con el tiempo, que se va cocinando lentamente con la empatía y el cariño que crece cada día. Ese es el amor verdadero, no un supuesto amor adolescente que nació tras verse cinco minutos. Si, Pobre Felipe (Brenton Thwaites) quedó reducido a un recurso cómico, aunque el potencial romántico permanece. Maléfica es pues una defensa del amor maternal, aun y cuando no necesariamente nace de la sangre.

Una de las cosas que más me agradó del filme es lo sencillo y amable de su narrativa. A diferencia de guiones muy enredados o largos, Maléfica fluye con una sencilles y calidez típica de un cuento de hadas. La reinvención de Woolverton no busca agregar nuevos elementos más allá de los necesarios para los fines de la historia. La película que apenas dura los noventa minutos se va como agua, algo muy genial. 

La dirección de Stromberg es bastante medida. Si, Jolie queda a deber en algunas partes, como en la mítica escena del embrujo pero en general cumple de forma sobrada su función. El estilo visual es fantástico, mucho más madurado que el de Alicia que era por momentos muy artificial o el de Oz que luchaba desesperadamente verse realista. Maléfica se halla bien medido en ese terreno con un diseño de arte bastante bonito, afortunado y creativo. 

Quienes esperen una reversión oscura y perversa del cuento saldrán terriblemente decepcionados. Maléfica es un cuento de hadas en toda la extensión de la palabra incluyendo final feliz y esperanzador. Incluso Maléfica no es todo lo perversa o diabólica que se podría esperar, en realidad aunque se acerca mucho a la oscuridad, jamás deja que la consuma y la destruya, lo cual facilita su regreso a la luz.

Maléfica una vez más demuestra esa cualidad en los productos Disney recientes que logran conciliar la herencia histórica del estudio con los tiempos modernos que corren. Así es que tenemos una historia que sigue los parámetros y normas de un cuento de hadas a la vez que integra elementos que le dan un giro contemporáneo y apropiado para los tiempos que corren. 

Bien Maléfica, quizá ya no sea la Emperatriz del Mal, pero sus bonos han subido sin duda alguna. Su redención tardó cincuenta y cinco años.Tenemos ahora una antiheroína Disney.

Y en la próxima madeja: ¿A donde se dirigen las franquicias Marvel no-Marvel?