domingo, 26 de octubre de 2014

Nick Jonas Live

La Madeja del Gato (jonatica)
Madeja #282
Por Christopher Vergara

El pasado viernes 24 de octubre, ante más de 1,500 personas que se dieron cita en El Plaza Condesa, ese bonito cine que OCESA rehabilitó como centro de espectáculos, Nick Jonas, ya sin hermanos o administración presentó su disco como solista (títulado con su nombre) y que sale a la venta a finales del próximo noviembre donde además estrena casa discográfica, Island Records, filial de Universal Music. 

De los tres hermanos Jonas, particularmente siempre ha considerado a Nick como el más talentoso tanto en su faceta como cantante (su voz es realmente hermosa y tiene una capacidad de matices bastante rica), así como su faceta creativa como productor y compositor, siendo siempre quien llevo la batuta a nivel creativo dentro de la banda y liderando su propia banda. 

Tras haber anunciado la separación con su banda el año pasado, Nick dedicó el ultimo año a empezar a trabajar en su nueva música que siendo honestos es el crecimiento artístico de Who I Am, el album que hace cuatro años presentará bajo el mote de Nick Jonas & The Administration. En su nueva producción Nick presenta un sonido bastante similar pero con mucha mayor madurez, confianza y soltura en su ejecución. 

La verdad la pasé bastante bien. Nick no es exactamente extrovertido en el escenario (apenas habrá hablado un par de ocasiones) pero su ejecución musical es bastante virtuosa. Uno disfruta escuchar la voz de Nick en conjunto con su talentosa banda (integrada por dos coristas, dos tecladistas, un guitarrista y un baterista) pese a sólo conocer algunas canciones. 

Obviamente los momentos altos de la noche fueron la fantástica Chains, primer sencillo del disco y Jealous, la pegajosa melodía elegida como segunda canción. Particularmente yo adoro NUMB, y claro, es imposible no dejarse llevar por la nostalgia en A Little Bit Longer, la canción que Nick escribió relacionada con su diabetes y que fue parte del disco titulado igual y lanzado hace ya la friolera de seis años.

Es incierto hacía donde se dirija la carrera de Nick, pues repetir un éxito como el que tuvieron con los Jonas es bastante dificil, al menos en el corto plazo. Sin embargo, lo realizado también revela una faceta mucho más artística que no necesariamente busca el éxito fácil, sino cuyo mayor disfrute está en entregar la mejor música que exprese su individualidad y creencias como artista. 

Definitivamente el público juega un rol importante, y las audiencias mexicanas siempre son fabulosas. Pese a que en ocasiones un concierto con audiencia general se torna pesado por el constante movimiento que representa, tampoco se puede negar que la energía en el mismo es francamente alucinante. Más cuando el artista se entrega con total cariño y energía a su público. 

Antes del concierto del viernes pasado, yo no estaba realmente interesado en adquirir el próximo album de Nick, pues su sonido no es tan cercano a lo que me gusta. Pero tras escucharlo en vivo y conocer muchos de sus tracks realmente estaré encantado de conocer su sonido. Creo que por esa parte, el concierto de una hora con cinco minutos de duración (y que empezó a las 8:30 en punto) cumple su cometido. 

Vientos Nick.

Setlist
  1. Chains
  2. Take Over
  3. Numb
  4. Crazy
  5. Warning 
  6. A Little Bit Longer
  7. Push / The Worst
  8. Teacher
  9. Santa Barbara
  10. Wilderness
  11. I Want U
  12. Nothing Would Be Better
  13. Vesper's Goodbye / Stay With Me
  14. Jealous
Y en la próxima madeja:  Review Bajo La Misma Estrella.

martes, 14 de octubre de 2014

El nuevo IEDF

La Madeja del Gato (electoral)
Madeja #281
Por Christopher Vergara

El pasado 30 de septiembre, justo en el borde de los límites constitucionales, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral, designó a los consejeros electorales de 18 institutos electorales locales (ahora elegantemente llamados Organismos Públicos Locales Electorales, lo cual crea las siglas OPLEs), ello tras un largo proceso donde hubo las típicas y cansinas acusaciones de los partidos de oposición (señalando como siempre el 'agandalle del PRI' así como las quejas y procedimientos de aquellos que se consideraban con mayor derecho a ocupar alguno de los  126 espacios que fueron ocupados. 

Uno de los organismos electorales donde se renovó el Consejo General fue el del Instituto Electoral del Distriro Federal, donde los siete consejeros en funciones, que llevaban poco más de un año en el cargo fueron removidos en favor de siete nuevos personajes que ejemplifican muy bien el perfil buscado por el CG del INE donde se ponderó la técnica sobre la política, lo cual puede ser un arma de dos filos.

El INE designó como Consejero Presidente del Instituto a Mario Velázquez Miranda por un periodo de siete años a vencer en 2021, a Yuri Gabriel Beltrán Miranda, Dania Paola Ravel Cuevas y Gabriela Williams Salazar como consejeros electorales para un periodo de seis años (a vencer en 2020) y a Olga González Martínez, Carlos González Martínez, y Pablo César Lezama Barreda por un periodo de tres años a vencer en 2017. 

A diferencia de otros procesos de designación, donde las cuotas partidistas son mayormente claras (sin ir más lejos basta recordar el proceso de designación del INE), en esta ocasión y al menos respecto al Distrito Federal, no es tan nítida esta tendencia, aunque si son claras otras dos: por un lado la selección de perfiles ligados claramente a ciertos personajes y por otro que  los perfiles elegidos para los nuevos consejeros son básicamente técnicos-administradores, antes que perfiles de mayor bagaje político o académico, caso contrato al seno del INE y que de alguna forma (más defectuosa que positiva) se intentó hacer en los tres Consejeros Generales que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal designó para el IEDF. 

Mario Velazquez Miranda, es maestro en Derecho Constitucional y ha laborado en diversos lugares, entre ellos el Tribunal Electoral del Distrito Federal, en el Instituto de Transparencia local así como en el mismo IEDF, siempre en roles administrativos de segundo nivel, sin ir más lejos, en el TEDF fue cercano colaborador del hoy ex-magistrado Adolfo Riva Palacio Neri.

Yuri Gabriel Beltrán Miranda ha trabajado en el TEPJF y en el extinto IFE, a la zaga de María del Carmen Alanís, Dania Paola Ravel Cuevas es ex coordinadora de asesores de Marco Antonio Baños, quien además condujo el proceso de designación de los consejeros, por su parte Gabriela Williams Salazar, ha laborado tanto en el TEPJF (Sala Regional del DF) como en el IEDF, bajo el auspicio de Eduardo Arana Miraval y Juan Carlos Sánchez respectivamente. 

Olga González Martínez, cuenta con larga experiencia en el IFE e INE dentro del Registro Federal de Electores, Carlos González Martínez también laboro en el IFE como Director Ejecutivo de Capacitación Electoral y Educación Cívica en la gestión de Luis Carlos Ugalde, finalmente Pablo César Lezama Barreda es lo más cercano a un perfil diferente, pues su trayectoria incluye consultoría política y docencia. 

Más allá de lo preocupante que puede resultar los nombres a quienes se hallan ligados tales o cuales perfiles (particularmente eso me parece algo a tener presente, pero no un factor determinante para descalificar la capacidad profesional de una persona) debemos tener cuidado respecto a que perfil esperamos de aquellos que son profesionales en la materia electoral. 

Uno de los grandes debates dentro del diseño institucional de los organismos electorales, es que tanto deben coexistir la técnica respecto a la política en la materia. En ocasiones es un debate que parece excluyente pues hay voces que señalan el carácter eminentemente técnico de la materia electoral y por tanto excluyente de la política como lo contrario. En realidad la separación no es tan tajante ni sencilla. 

No hay momento de la vida pública de un país donde los ánimos políticos entre la clase política y la sociedad se hallen más caldeados que dentro de un proceso electoral, al ser el momento toral donde los ánimos ideológicos salen a flote y las visiones se contraponen. Por ello es esencial que las personas a cargo de los órganos electorales cuenten con bagaje y experiencia política que les permitan entender, responder y manejar las diferentes crisis que inevitablemente surgirán, muchas de ellas de carácter político y de las cuales no pueden desentenderse. Ello no implica que esas mismas personas a cargo de las instituciones, no cuenten con la mayor profesionalización y capacidad técnica posible en la materia. Es una relación simbiótica que debe forzosamente existir. 

Es decir, necesitamos técnicos políticos como Consejeros Electorales. Por ello es necesario que los perfiles elegidos cuenten con una solida formación técnica pero también con prosapia política, y si me lo permiten hasta con cierto renombre y fama pública que les permitan enfrentar las diferentes presiones que las fuerzas políticas pondrán sobre ellos. Una vez más, el Consejo General del INE es claro ejemplo de ello, al contar con todo tipo de perfiles y currículos, empezando por la de su propio Consejero Presidente. 

Caso muy distinto es el del IEDF, donde como pudimos ver se privilegiaron los perfiles técnicos y donde la experiencia política o académica es escasa, lo cual manda un mensaje ciertamente negativo para los Institutos Electorales Locales: no quieren que sean instituciones con dinámica y vida propia, quieren que sean meros administradores y ejecutadores de las decisiones que tomen el INE y de la legislación electoral. Lo cual no sería negativo, de no ser que viviéramos en un sistema federal donde los organismos electorales locales tienen una encomienda clara. El INE quiere tratar a los OPLEs como trata a las Juntas Ejecutivas Locales, como meras subordinadas. 

Se podrá argumentar que ese fue el espíritu de la reforma, pero ello no es del todo cierto. La idea de la reforma fue despolitizar el nombramiento de los Consejos Electorales Locales, que se hallaban atados a los caprichos de los Congresos Locales, pero nunca generar una dependencia o subordinación (cuando menos en principio) respecto de la autoridad electoral local. Se buscó mejorar el procedimiento de designación pero nunca (o al menos la intención expresada vocalmente) minar la independencia y vida propia de los institutos.

Habrá que ver como funcionan los nuevos consejos locales, revisar cual será su dinámica de interacción con las fuerzas políticas locales, especialmente donde los ánimos estarán más encendidos, es decir en aquellas entidades que renuevan su poder ejecutivo local. Así podremos observar que tan atinada fue la selección de perfiles por parte del Consejo General del INE. 

Por que lo que menos debería buscar el INE es terminar atendiendo asuntos locales, debido a un OPLE políticamente rebasado por los partidos políticos a nivel local. 

Y en la próxima madeja:  Review de Alexander y un día terrible, horrible, malo, ¡muy malo!.

jueves, 2 de octubre de 2014

El Mundo de Riley

La Madeja del Gato (aprendiendo a vivir)
Madeja #280
Por Christopher Vergara

Esta es una columna que literalmente llevo queriendo hacer desde junio, cuando esta magnífica serie estreno en los Estados Unidos, pero esperé prudentemente a que Disney Channel Latinoamérica la estrenara para poder comentarla.

Mi corazón sonrió desde que los primeros rumores surgieron a finales de 2012 de que Disney Channel planeaba una serie secuela spin-off de la mítica Aprendiendo a Vivir (Boy Meets World) la sitcom creada por Michael Jacobs y April Kelly y estelarizada por Ben Savage, Rider Strong, Danielle Fishel y Williams Daniels que narraba las desventuras del joven Cory Matthews, desde que era un niño de sexto grado de primaria hasta que terminaba sus estudios de college. 

Aprendiendo a Vivir es en muchos sentidos una cátedra de televisión juvenil, una piedra de toque de la televisión que se hacía en los noventa y antes que todo, una magnífica serie con guiones inteligentes y cálidos y un elenco tan bien elegido y con tanta química al cual es imposible no amar. En pocas palabras, una sitcom que amo profundamente y la cual venero con respeto. Una secuela me emocionaba pero siempre dejaba la duda de que tan brillante sería la ejecución. 

Las cosas se fueron dando, primero se confirmó la especie de que Michael Jacobs se hallaba involucrado en la realización de la serie, luego se confirmó el regreso de Ben Savage (Cory) y Danielle Fishel (Topanga Lawrence) en nuestra amada pareja que ahora serían padres de una adolescente. El Mundo de Riley (cuyo título original es Girl Meets World) es una actualización de Aprendiendo a Vivir pero ahora vista desde el punto de vista de una chica, situada en Nueva York y en nuestro contexto actual. 

Disney escogió un elenco juvenil protagonista francamente encantador: Rowan Blanchard como Riley Matthews, la hija de Cory y Topanga que en muchos sentidos heredó la neurosis de su padre, Sabrina Carpenter (una joven promesa de voz fenomenal) como Maya Hart, la rebelde y problemática mejor amiga de Riley (ala Shawn Hunter con todo y familia disfuncional), el apuesto Peyton Meyer como el tierno y carismático Lucas Friar, obvio interés romántico de Riley (aunque apenas son niños, so, tomará mucho en cocerse), August Maturo como Auggie, el tierno hermano menor de cinco años de Riley y mi favorito, el fenomenal Corey Fogelmanis como Farkle Minkus (si! el hijo de nuestro Minkus), un fantástico, divertido y alucinante nerd que es la delicia al presentar el prototipo actual del nerd, más cerca de lo cool que de lo cutre. 

Si, El Mundo de Riley presenta la misma estructura básica de Aprendiendo a Vivir. Tenemos un par de jóvenes, en su primer año de secundaria que empiezan a descubrir el amor y las dificultades de la vida, a la vez que son guiadas por un profesor (en este caso el mismo Cory, convertido en una suerte de señor Feeny no tan sabio ni tan serio). Pero 1993 no es lo mismo que el 2014 (¿pueden creer que ya pasaron veinte años?) y aunque muchos temás son recurrentes siempre es posible abordar nuevas perspectivas. 

Sólo he visto ocho de los diez capítulos que se han emitido hasta el momento. No hay desperdicio en ninguno de ellos, El Mundo de Riley combina la mejor esencia del Disney Channel actual con la mejor esencia de Aprendiendo a Vivir, entregándonos una sitcom divertida, fresca, genuinamente encantadora y profundamente tierna. Hemos tenido capítulos con muchas risas pero también muchas reflexiones muy bonitas sobre aprender a crecer, la verdad, hacer tuyo el mundo, ser un buen amigo, el amor fraternal, ser fiel a uno mismo o incluso reconectarse con lo que alguna vez fuimos, confiar en nosotros mismos y también en aquellos que se preocupan por nosotros, aprender a relacionarnos con los otros de forma honesta y sin intermediarios, en fin. Temas y tópicos relevantes como he mencionado. 

Pero no bastan los guiones, el corazón también está en su elenco, no es posible no amar a Maya, una chica divertida, graciosa y con mucho potencial, como dije Lucas es un galán en potencia de esos que son escasos, Riley es divina, Auggie es un amor y Farkle se roba SIEMPRE el show. No hay forma de no volverse fan de el y su sequito de nerds. 

Obviamente hemos tenido cameos de viejos conocidos del pasado... el primero y más especial fue el regreso, aunque sea por escasos segundos de nuestro querido maestro Feeny, a través de una visión de Cory, cerrando el círculo de las enseñanzas. No puedes soltar el mundo, darle alas a quienes te importan, hasta asegurarte que todo va a estar bien... Bien hecho, señor Matthews. 

Pero también hemos tenido el alucinante regreso de Minkus, el nerdo preferido de la primera temporada y a quien no veíamos desde un breve cameo en la cuarta temporada de Aprendiendo a Vivir. Ahora convertido en un rico hombre de negocios y padre como dijimos de Farkle, y es que si, son practicamente identicos. 

Otra cosa que amé fue lo acontecido en el capítulo sexto. Una de las críticas más persistentes al original Aprendiendo a Vivir es la transformación tan radical de Topanga de una hippie nerd astrológica a una chica inteligente pero más terrenal. El Mundo de Riley se da el lujo de conciliar eso permitiendo un magnífico y brillante diálogo entre la Topanga actual con su contraparte jóven, en una escena y un capítulo que son la delicia de todos. 

Con todo esto, El Mundo de Riley es una completa bocanada de aire fresco para Disney Channel, que nos tenia tan acostumbrados a una sitcom un tanto más fácil. El Mundo de Riley conserva mucho de esa esencia actual del canal, pero más inteligente, más humana y más cálida. Eso lo hace un producto único, que va a crecer, y crecer y al que esperamos que llegue muy lejos, tal como la misma Aprendiendo a Vivir. 

Finalmente, no puedo dejar de elogiar el magnífico doblaje al español dirigido por Arturo Mercado (salvo el personaje de Maya que es doblado en Argentina, en esta rara tendencia Disney de incluir una o dos voces grabadas en Argentina o viceversa cuando casi todo se graba allá), en especial por el regreso de Luis Daniel Ramírez y María Fernanda Morales como Cory y Topanga, volverlos a escuchar es como reencontrarse con un muy querido amigo que no has visto en catorce años.

Por eso estoy lo que le sigue de amando El Mundo de Riley, porque para uno, viejo fan de la serie original es como reencontrarse con viejos amigos y ponerse al corriente, a la vez que conoce un montón de jóvenes divertidos y vibrantes por comerse al mundo. Una dosis de esperanza que todos necesitamos siempre. Eso es algo que las nuevas generaciones disfrutaran, aunque no sepan nada más sobre esta serie que sus locas aventuras. Un ganar-ganar para todos. 

Y seguimos, aprendiendo a vivir. 

Y en la próxima madeja: El nuevo Consejo General del IEDF.