lunes, 23 de febrero de 2015

Hoy No Me Puedo Levantar

La Madeja del Gato (musical)
Madeja #294
Por Christopher Vergara

Existen momento clave en la historia de las sociedad. Momentos donde las bases políticas, sociales y culturales de los pueblos se cimbran hasta lo más profundo e impulsan cambios que transforman de manera permanente la fisionomía de las sociedades.
 
España vivió un momento así en los ochenta, cuando finalizó la dictadura de Francisco Franco e inició un proceso de transición democrática, impulsada por Juan Carlos, sucesor de Franco y que tuvo como principal muestra en la sociedad un tremendo sentimiento de libertad entre la población, especialmente entre los jóvenes que nunca habían conocido lo que es vivir sin miedo a que expresarte pueda significar que seas perseguido o encarcelado.
 
La España de los ochenta a nivel social estuvo marcada por una juventud liberada, que tomó riesgos y vivió excesos. Ese movimiento se llama La Movida Española y tuvo en el grupo de pop Mecano a uno de sus principales exponentes.
 
El arte tiende a responder a contextos y momentos. La música de Mecano es un claro ejemplo de lo que fue la movida española, pero a diferencia de otros productos y propuestas de la época, fue el talento y calidad de las letras y producción de José María e Ignacio Cano lo que provocó que esas canciones se volvieran atemporales y trascendieran su contexto y momento, donde fueron relevantes. No todo lo que acontece en un momento está destinado a trascender.
 
En 2005, Ignacio Cano estrenó en España el musical Hoy No Me Puedo Levantar, basado en las canciones que veinte años antes inmortalizara con su hermano y con Ana Torroja. En 2006, Ocesa produjó la versión mexicana que se presentó en el Centro Cultural Telmex. En 2013, una nueva versión se estreno en España con un libreto y producción revisadas. Alejandro Gou y su productora Gou Producciones estrenaron el remontaje del musical en febrero del 2014 en el renovado Teatro Aldama.
 
Hoy No Me Puedo Levantar es lo que en el teatro musical se denomina un musical de rockola. Un producto teatral que nace con el objetivo de presentar determinadas canciones con un tema en común y en base a ello construir una historia. Intento hay muchos: Mamma Mia! con canciones de ABBA, Rock of Ages con canciones del glam rock de los ochenta, e incluso Mentiras, con canciones de pop español mexicano de los ochenta. Hoy No Me Puedo Levantar es eso pero con canciones de rockola.
 
Uno de los problemas más recurrentes de los musicales de rockola es que la historia termina siendo un mero pretexto para interpretar canciones conocidas y amadas por el público. Más aún, casi todos los musicales tienen cuando menos uno o dos números insertos sin objetivo o motivo más que interpretar una canción famosa en el musical. Hoy No Me Puedo Levantar afortunadamente no comete ese error.
 
Hacía referencia a la movida española y la relevancia simbólica de Mecano dentro de ese movimiento porque el musical, de forma muy inteligente toma esos elementos y los hace el motivo principal del libreto del musical. Una decisión afortunada que crea una divertida y rica historia que además de presentar grandes temas de Mecano nos retrata el contexto y momento, así como las problemáticas que aquejaron aquella época.
 
Hoy No Me Puedo Levantar narra la historia de dos jóvenes, Mario (un brillante Alan Estrada) y Coleta (un revelador Roger González) quienes deciden abandonar su pueblito para vivir en Madrid donde tienen el anhelo de cumplir sus sueños. Rechazados y corridos de todos lados, ambos empiezan a trabajar en El 33, un bar de moda donde trabajan en espera de un gran concurso en el que esperan obtener la fama que anhelan. Ahí Mario se enamora de María (Melissa de la Barrera), una joven camarera con aspiraciones de actriz, Colate queda enganchado en el mundo de las drogas y conocen a Chacas (Rogelio Suárez), un baterista medio pacheco y Guillermo (Alan Martin) un homosexual en el closet (o no tanto).
 
El guión de Hoy No Me Puedo Levantar toca entonces los principales problemas de la época, en Colate vemos una historia de abuso y posterior perdición en el mundo de las drogas así como esa terrible epidemia desconocida que fue el VIH. Guillermo nos brinda una hermosa postal sobre el despertar sexual y los tímidos inicios de la aceptación de la diversidad sexual. Finalmente Mario nos presenta una historia un tanto más convencional pero que da unión a todos los elementos al hablar sobre el amor, la amistad y la fama y como esto ultimo puede dinamitar todo lo anterior.
 
Yo nací en los noventa, entonces por simple ubicación temporal, no tengo ninguna conexión emocional con Mecano ni con los ochenta. Conocí a Mecano a través del álbum homenaje que el hizo Fey en 2004 y gracias a eso conocí el valor, la importancia y el talento de Mecano. Sin embargo no cuento con lazos emocionales intensos que nublen mi juicio.
 
Realmente me gustó la obra. El guión es muy bonito, muy colorido, muy divertido. El humor está bien marcado, los chistes están bien colocados, bien adaptados y bien hechos. Uno se la pasa riendo y cantando las tres horas que dura el musical. He leído información sobre la anterior versión del musical y los cambios a este nuevo guión y creo coincidir en que todos son muy afortunados. Es un libreto inteligente, divertido y gracioso.
 
La colocación de las canciones en general es más o menos afortunada aunque hay números que ciertamente no cumplen su función o simplemente no son tan poderosos como debería. Una gran canción como Cruz de Navajas queda muy desaprovechada y perdida. El medley entre Laika y Salvador Dalí queda bastante desentonado. La mayoría de las baladas (salvo Me Cuesta Tanto Olvidarte) además de que son ininteligibles (quizá por un fallo de la acústica) no se sienten emotivas o emocionales.
 
Por otro lado hay números francamente alucinantes. La fuerza y motivo con que es interpretada Mujer contra Mujer es deliciosa y tierna. Me colé en una fiesta y Maquillaje son dos grandes y divertidos números. No es serio este cementerio es muy divertido y cumple su función cómico-fantasmal. Barco a Venus es un delirante dueto de sufrimiento entre Mario y Colate. Un Año Más es un melancólico y esperanzador número mientras Perdido en mi Habitación es un derroche de imaginación y de diseño de producción. En ese sentido vale menciona que el diseño escenográfico y de producción es bastante afortunado que no cae en excesos o minimalismos y una muy solvente y atractiva tecnología.
 
Pero el alma sin duda es su elenco, donde el elenco masculino es mucho más solido que el femenino. Alan Estrada, Rogelio Suárez y Alan Martin están perfectos como Mario, Chacas y Guillermo, interpretando con soltura y calidez los temas así como sus personajes. Roger González es toda una revelación pues empieza muy contenido y hasta desdibujado para tomar fuerza durante el segundo acto en que labra un hermoso y trágico Colate que al final se halla bien redimido.
 
Las mujeres a mi parecer no lo hacen tan bien. Por un lado Erika Hau es desternillante y encantadora como la alocada Patricia, novia de Chacas quien junto con el se lleva algunos de los mejores gags y chistes de la obra. Melissa de la Barrera cumple sin emocionar como María aunque destaca una bonita voz mientras Jackie González como Ana está francamente desdibujada. Muchos de sus números musicales además de que no se entienden carecen de fuerza o emotividad. Su personaje incluso no tiene gran funcionalidad dentro del libreto (aunque esto ultimo no sea su culpa).
 
Hoy No Me Puedo Levantar es un afortunado y divertido musical. Una genial opción para que como buen musical de rockola pasemos tres horas cantando canciones que nos sabemos de memoria esta vez reforzada por una historia sumamente divertida, emotiva y bien desarrollada. No hay mucho más que pedirle a un musical de este tipo. Cumple con creces. Si tienen oportunidad de verlo en las siete semanas que le restan de temporada. No pierdan oportunidad.
 
Déjalo ya, sabes que nunca has ido a Venus en un barco.
 
Y en la próxima madeja: Review de Alexander y un día terrible, horrible, malo... ¡MUY MALO!

domingo, 15 de febrero de 2015

Sony, Disney y Spider-Man

La Madeja del Gato (arácnida)
Madeja #293
Por Christopher Vergara

El lunes pasado la industria del entretenimiento se conmocionó ante el anuncio realizado por Sony Pictures y Marvel Studios (ergo, los amigos de Disney) relativo a su acuerdo respecto a los derechos cinematográficos de Spider-Man en posesión de Sony desde 1999. 

La noticia era un rumor persistente desde hace meses, en especial tras los fallidos resultados monetarios y de audiencia de The Amazing Spider-Man 2, cinta que si bien hizo cantidades generosas de dinero no reportó las cantidades deseadas amén de que la crítica y la audiencia tuvieron opiniones ambivalentes hacía ella. Nosotros mismos cuando publicamos nuestra reseña señalamos los fuertes problemas de historia y ambiciones desmedidas que tuvo la cinta que opacaron sus logros. 

Sony se hallaba en una encrucijada pues sus planes de crear una suerte de Spider-verso cinematográfico se vieron frustrados. Su próximo proyecto, Sinister Six a estrenar en 2016 no generaba confianza en nadie, The Amazing Spider-Man 3 programada para 2018 se veía lejana y poco atractiva. Amy Pascal sostuvo platicas con Marvel y Disney que no condujeron a nada el otoño pasado hasta que la reciente renuncia de Pascal del estudio, tras el golpeteo mediático del que fue presa tras el escandalo del hackeo a sus servidores provocó un aceleramiento que generó el acuerdo. 

El acuerdo tal y como está ahora a mi parecer es bastante preliminar de lo que en un futuro podría ser más grande y atractivo. Sony rebooteará (una vez más) la saga cinematográfica de Spider-Man esta vez producida por Amy Pascal y Kevin Feige, presidente de Marvel Studios junto con su equipo. El nuevo Spider-Man debutará en una cinta de Marvel a estrenar en 2016 (que puede ser Captain America: Civil War o Dr. Strange, todo apunta a la primera) y el siguiente año Sony lanzará una nueva película del arácnido. Quizá como cortesía, Disney cedió su fecha de verano a la cinta de Sony y recorrió su calendario de estrenos. 

Hasta donde se sabe el acuerdo no implica el mínimo intercambio de un centavo. Sony continúa siendo dueña de los derechos cinematográficos de Spider-Man, y continua produciendo, financiando, distribuyendo y siendo dueña de las películas mientras que Disney seguirá poseyendo los lucrativos derechos de merchadising del personaje. 

Puesto así, Disney y Sony lograron un acuerdo único en el medio que crea beneficios en común que de otra forma no se daban. Marvel ha tenido una exitosa estela de cintas que han encantado a la audiencia y construido un fenomenal poder de marca aunque si se siente la ausencia de los personajes estrella de la compañía, entre ellos nuestro amigable vecino. Por su parte, Sony se hallaba en una encrucijada sin saber que hacer con una franquicia que le ha dado tantos millones de dólares. 

El acuerdo por tanto es benéfico. Sony obtiene el poder 'colgarse' de una de las marcas hot del momento y obtener el talento de uno de los productores y ejecutivos más exitosos del momento. Disney logra crear la siempre anhelada sinergia y unicidad en sus productos al traer a casa a su más querido personaje. Todo sin gastar un centavo de dolar.

Creativamente se abre una ventana de oportunidades. Sony ya tuvo éxito con dos versiones distintas de Spider-Man, por un lado una fenomenal vestión clásica del personaje en la sintonía de las aventuras de Stan Lee, Steve Ditko y John Romita padre y por otro una versión más en la linea Ultimate de Brian Michel Bendis y Mark Bagley. Los momios pueden ir ahora hacía una versión holística del personaje que confluya todas las representaciones y versiones del personaje. 

Por ello es apropiado regresar al personaje a la preparatoria, y darle una suerte de soft reboot, es decir, no empezar desde cero, partir del hecho de que el público conoce ciertas cosas (como el orígen de Spidey, que no es necesario volver a recrear en pantalla) y de ahí partir hacía nuevas aventuras. Quizá conocer personajes no explorados hasta ahora como Black Cat, Vulture, Shocker, Kraven, Mysterio y más adelante retomar alguna nueva encarnación del Green Goblin o el Doctor Octopus. 

Mucho se ha rumorado sobre que Sony decidierá impulsar a Miles Morales, el actual Ultimate Spider-Man a la pantalla lo cual podría suceder aunque yo preferiría que más adelante. Simpletamente el carisma y alud de historias de Peter aún tiene mucho que ofrecer más allá de Miles que aún es un personaje relativamente jóven. Además, si vamos a integrar a Spider-Man al Marvel Cinematic Universe debe ser con su versión más conocida de la cual ofrecer un nuevo enfoque. 

Decía que esto es el principio de un acuerdo y es que puedo apostar que si este primer acercamiento es exitoso (como seguramente lo será), la relación tenderá a ensancharse. No sólo con la casi inminente inclusión de Spider-Man en los Avengers (en la tercera cinta a estrenar en 2018 y 2019) sino con acuerdos de mayor proporción que incluyan personajes menores (como Black Cat o Spider-Woman) interactuando con otros héroes Marvel y viceversa. 

Según se sabe, los planes de Sony de momento implican continuar con las franquicias de Sinister Six, Venom y otros proyectos en desarrollo sin la participación de Feige. Yo también pondría a estos proyectos en paréntesis sujetos al éxito de lo inmediato a verse en 2016 y 2017. 

Por otra parte, el acuerdo Sony/Marvel pone las fichas por parte de Fox quien a diferencia de Sony no ha mostrado la menor intención de compartir o modificar su modelo de trabajo respecto a las licencias Marvel que posee (los X-Men y los Fantastic Four). Siendo más claros, las relaciones entre ambos estudios son ciertamente agrías. 

Este verano debuta su prueba de fuego que será la nueva versión de Fantastic Four, si la cinta es un éxito comercial y de crítica será una prueba de que Fox puede continuar por si sola. Si la cinta fracasa espantosamente (lo que muchos desean y lo que puede suceder si la cinta es el caos que se viene rumorando hace mucho), la presión aumentará hacía Fox por parte de la audiencia para que regrese sus licencias a Disney. Quizá en el caso de los X-Men el asunto es más remoto pues Bryan Singer tiene una brújula muy pulida y apropiada sobre qué hacer con los personajes capturando la esencia y mito de esos personajes. 

Sony y Marvel tienen ante si la genial oportunidad de revitalizar una franquicia que tras doce años en pantalla y tras cinco cintas empieza a mostrar signos de cansancio retomando uno de los personajes más queridos y admirados de todos los tiempos e integrándolo a una de las marcas con mayor presencia y mejor apreciación de estos días. Es una combinación afortunada donde las audiencias, los estudios, y especialmente los personajes ganan.

Al tiempo. Que presiento serán buenos tiempos.

Y en la próxima madeja: Review del musical Hoy no me puedo levantar.

domingo, 8 de febrero de 2015

En el Bosque

La Madeja del Gato (cinematográfica-musical)
Madeja #292
Por Christopher Vergara

Una tendencia que se ha puesto en boga recientemente ha sido la de retomar cuentos de hadas que tienen tropecientos siglos de historia y adaptarlos en un contexto o sentido actual que no pierdan vigencia y continuen cumpliendo su objetivo primordial: ser alegorías sobre la naturaleza humana; sus deseos, sus sueños, sus aspiraciones, sus temores, sus errores, sus ambiciones, etc. 

La tendencia no es nueva o cuando menos tiene antecedentes más remotos. Uno de ellos es el musical Into the Woods, escrito por James Lapine y con canciones de la leyenda viva del teatro musical Stephen Sondheim, que Disney (que anda muy montada en la ola de retomar los cuentos de hadas al ser la fuente primordial de ellos en los últimos ochenta años) decide llevar al cine bajo la dirección de Rob Marshall (Chicago, Nine), con Lapine repitiendo en el guión. 

Into the Woods nos presenta a cinco personajes clave que buscan cumplir sus deseos: Un panadero (James Corben) y su esposa (Emily Blunt) que quieren tener un hijo, Jack (Daniel Huttlestone) que desea no vender a su querida vaca que no da leche pese a las exigencias de su madre (una tremenda Tracey Ullman), Cenicienta (Anna Kendrick) quiere ir al baile real del Principe (un guapísimo Chris Pine) y a una Bruja (la siempre gloriosa Meryl Streep) que desea recuperar su juventud. 

La Bruja les promete al Panadero y su esposa revertir la maldición de infertilidad que les lanzó si le consiguen cuatro ingredientes que ella necesita: una vaca tan pura como la leche, una capa tan roja como la sangre, unos cabellos dorados como el maíz y unas zapatillas tan puras como el oro. Así, el Panadero y su esposa se internan 'dentro del bosque' para revertir la maldición y encontrar a los personajes antes mencionados y otros más como un Lobo Feroz (Johnny Depp en un pequeño pero brillante papel), Rapunzel (MacKenzie Mausy) y su Príncipe (Billy Magnussen) entre ellos. 

Into the Woods es un musical legendario dentro de la historia musical no sólo por las fabulosas canciones del maestro Sondheim, sino por los temas tan relevantes de la naturaleza humana que trata el guión. La adaptación realizada de Disney aunque, tal y como señalan algunas críticas, suaviza la violencia y la sexualidad de algunos pasajes cumple de forma eficiente en trasladar esos elementos a la pantalla (aunque quizá prescinda de algunas canciones necesarias para comprender mejor el poder de la trama). 

Into the Woods habla sobre los deseos (entendidos como pretensiones no satisfechas) que son una constante de la naturaleza humana pero además de sus consecuencias, de los precios o costos que eventualmente estos generan y como muchas veces los seres humanos buscan o desean cosas sin medir realmente las consecuencias que tendrán y las responsabilidades que deberán asumir. 

Eventualmente (y esto no es un spoiler) todos los personajes obtienen lo que desean... y eventualmente se dan cuenta que lo que deseaban no era tan genial como pensaban o traía consigo responsabilidades para las que ciertamente no se encontraban preparados o les daban miedos. El musical muestra como tarde que temprano (habitualmente más temprano) nuestros deseos y nuestras acciones nos pasan facturas y nos enfrentan a situaciones que no prevímos y nos ponen en peligro (como un gigante que destruye el pueblo) o nos enfrentan a nuestros temores más antiguos (como no repetir los errores de nuestros padres, al final siempre es mejor cometer los nuestros propios).

El musical también tiene un subtexto muy poderoso sobre las relaciones filiales, acerca de como las relaciones mal llevadas entre madres y padres respecto a sus hijos eventualmente terminan generando daños o traúmas en los hijos. Todos los personajes están tocados por relaciones defectuosas con sus padres, Cenicienta con un padre muerto que la hecho incapaz de tomar una decisión al volverse una simple sirvienta que siempre hace lo que le dicen; Jack que ante la ausencia de una figura paterna y con una madre movida por el hambre y la necesidad no mide las consecuencias de robar e incluso matar gigantes, una Bruja que tiene una relación amorosa pero celosa y posesiva respecto de Rapunzel, una niña que robo y a la cual le quiere impedir crecer, una Caperucita Roja que no escucha los consejos de su madre y por ello casi muere, y finalmente un panadero con un padre ausente que moría de miedo de tener un hijo por miedo a fallarle como el suyo a el. 

Aunque si bien es cierto que la versión cinematográfica suaviza y elimina ciertos aspectos (como la muerte de Rapunzel o el affair de los Príncipes de Rapunzel y Cenicienta con Blanca Nieves y la Bella Durmiente), el musical mantiene otras lineas argumentales que tampoco son exactamente suaves. La esposa del panadero tiene un affair (cuando menos un beso o probablemente más) con el Príncipe de Cenicienta que la hace dudar y eventualmente morir, la relación entre el Lobo Feroz y Caperucita cuando menos tiene un toque bastante perverso (aunque eso podría caer en el ámbito de 'la maldad está en los ojos de quien lo ve'), y un montón de personajes mueren (entre ellos la Abuelita y Madre de Caperucita y la madre de Jack). 

No conozco a cabalidad el montaje de teatro pero se que es mucho más crudo y terrenal que la versión filmica. Sin embargo, el mensaje central se mantiene: los deseos son expresiones de nuestras necesidades (racionales o no, factibles o no) que también reflejan de una forma u otra nuestras carencias mayores. Cumplirlos es algo que debemos intentar siempre, pero también debemos ser conscientes de los riesgos que habremos de correr, los cambios a los que deberemos adaptarnos y en última instancia los precios que habremos de pagar.

A nivel técnico el filme es grandioso. El diseño de producción de Dennis Gassner y Anna Pinnock junto con el vestuario de Colleen Atwood (las tres nominadas al Oscar por este filme) son simplemente fantásticos. Sin ser una cinta que posea un derroche de efectos especiales (la producción del gigante es bastante modesta) sin duda logra crear unos escenarios completamente hermosos, y mágicos que se ven reforzados por un vestuario detallado y muy bonito (mis favoritos: la capa de Lobo de Caperucita y el vestido dorado de Cenicienta). 

Las actuaciones son sumamente buenas. Como siempre Meryl Streep comprueba porque es una de las mejores actrices de todos los tiempos con una Bruja soberbia, encantadora y aterradora. Emily Blunt se entrega como la tierna e inteligente esposa del Panadero (su escena final es francamente hermosa). Anna Kendrick como Cenicienta es divertida, graciosa y muy encantadora. Los niños Daniel Huttlestone y Lilla Crawford son encantadores como Jack y Caperucita. Chris Pine es un encantador Principe aun en sus momentos de patanería, James Corden cumple como el hilo conductor. Mención especial a las breves pero brillantes apariciones de Johnny Depp como el Lobo Feroz (un personaje cortito pero precioso), Tracey Ullman (que brilla como la madre de Jack), Christine Baranski (si, la mamá de Leonard en The Big Bang Theory) como la alucinante Madrastra de Cenicienta y Frances de la Tour (Madame Maxine en Harry Potter) interpretando a la Esposa Gigante (le van los personajes altísimos). 

Rob Marshall logró conjunta un solido y colorido elenco que con gran solvencia y cariño dan vida en la pantalla a uno de los musicales más inteligentes y exitosos que Broadway ha tenido en los últimos años que además se convierte en una grata invitación a profundizar en el material fuente. 

 I wish...

Y en la próxima madeja: Mi problema con la izquierda.

lunes, 2 de febrero de 2015

Los candidatos de Morena al DF

La Madeja del Gato (electoral)
Madeja #291
Por Christopher Vergara

Morena, el partido fundado y dirigido por Andrés Manuel López Obrador se dirige a su primera elección federal donde deberá obtener cuando menos el 3% de los votos sin poder ir en coalición o candidatura común con algún partido político. El partido de Andrés Manuel además deberá enfrentar proceso en diversas entidades locales (de las cuales hablaremos más adelante). 

Obviamente, al ser su principal bastión electoral, López Obrador planea disputar al PRD el control de la ciudad en la que viene siendo el principal bastión de la izquierda. Según las ultimas encuestas a nivel nacional Morena casi alcanza en intención de voto al PRD, con porcentajes oscilantes entre los 12 y 10 puntos para cada instituto político. A nivel local, el PRD mantiene una endeble ventaja de alrededor de 30 puntos sobre los 20 puntos que promedia Morena. 

Sin duda a nivel local es interesante notar el alto porcentaje de votación que a pesar de los pesares mantiene el PRD, que ha relegado al Partido Acción Nacional a un olvidable cuarto sitio en las preferencias electorales y al PRI en un tercer pero increciente primer lugar. Tanto a nivel local como federal es relevante notar que el PT y el Movimiento Ciudadano se hallan en absoluto peligro de perder el registro. 

Desde hace meses Morena, o Andrés Manuel mejor dicho, develaron a sus precandidatos a las Jefaturas Delegacionales y diputaciones locales al designar coordinadores en las delegaciones (si mal no recuerdo, para la 'defensa de la soberanía popular y energética'), lo cual era muy obvio para no señalar que se refería a las candidaturas locales. 

Siendo francos, los candidatos que presenta Andrés Manuel son bastantes decepcionantes. Nombres que lo han acompañado durante años, pocos candidatos con arrastre y carisma propio y muchos designados que claramente no tienen fuerza territorial, presencia en sus delegaciones o siquiera alguna elección popular ganada. 

En Alvaro Obregón, la candidata (hay que ser honestos, la precandidatura es un mero trámite) será Martha Elvia Pérez Bejarano, ex-secretaria de Desarrollo Social y ex-directora del DIF durante el sexenio de López Obrador y Alejandro Encinas. Del 2006 para acá colaboró en el gabinete sombra de Andrés Manuel y basicamente eso. Nunca ha contendido en elecciones y deberá enfrentar a Leonel Luna y quien designe como su candidato en la delegación donde IDN del PRD tiene mayor fuerza. 

Azcapotzalco será para Pablo Moctezuma Barragán, quien fue delegado en esa demarcación en el trienio de Cuauhtémoc Cárdenas antes de que se eligieran por voto directo. Desde el año 2000 que abandonó el servicio público ha sido investigador y académico. Nunca ha competido. En Azcapotzalco actualmente gobierna el grupo político de Laura Velázquez y Enrique Vargas de IDN aunque dicen que NI vía su subcorriente Fuerza Democrática ya se les metió a la cocina. 

Jesús González Schmal fue elegido candidato para Benito Juárez, ex-miembro de Acción Nacional allá por los ochenta, fue parte del grupo que se escindió junto con Bernardo Bátiz. Diputado federal en 2003 electo por representación proporcional, fue candidato a gobernador en Coahuila en 2011 siendo arrasado. Nunca ha ganado una elección y se ve que pueda hacer poco ante el poderío del grupo de Acción Nacional ahí y la eventual candidatura opositora que se está formando. 

En Coyoacán fue designado Bertha Elena Luján Urango, Contralora General en el sexenio de Andrés Manuel, fallida candidata a diputada federal en 2009, y actual secretaria general de Morena. Una vez más, sin trabajo territorial, sin haber ganado una elección. No me extrañaría que terminen gritando elección de Estado. 

Cuajimalpa fue para Jenny Saltiel Cohen, ex-secretaria de Turismo y de Desarrollo Económico entre 2000 y 2006, la funcionaria estuvo retirada de la vida pública durante nueve años hasta ahora que intentará ganar en la única delegación donde los tres partidos han sido gobierno. 

Cuauhtémoc presenta el primer candidato que verdadero potencial. Ricardo Monreal, ex-gobernador de Zacatecas, ex-senador y actual diputado (amén de militante de más fuerzas políticas que dedos de la mano), es un político por derecho propio, que ha ganado elecciones, que conoce como se mueve una elección, que conoce como ganar territorio y aunque quizá no tenga presencia territorial en Cuauhtémoc si es un candidato relativamente carismático y con potencial. Cuauhtémoc es una delegación donde Morena puede dar la sorpresa. 

En Gustavo A. Madero con Ramón Jiménez López, ha sido diputado local y federal en esa delegación por el PRD. Seguramente tiene su arrastre poblacional y relativa popularidad pero se ve difícil que pueda vencer al grupo político de Victor Hugo Lobo que ha eliminado los demás grupos políticos. En Iztacalco el nominado será Jesús Martín del Campo, dos veces diputado y con ligas dentro del sindicalismo magisterial es otro de los incondicionales de Andrés Manuel desde tiempo atrás. Tampoco se ve que tenga muchas posibilidades. 

Iztapalapa será una vez más una elección a tomar en cuenta púes Andrés Manuel ha mandado a competir (una vez más) a Clara Brugada, la otrora defenestrada candidata del PRD que terminó como jefa delegacional tras un embarazoso (e innecesario) berrinche de Nueva Izquierda. Brugada si ha ganado elecciones (incluso una donde su nombre en la boleta no era un voto por ella), se encargó de eliminar al grupo de René Arcey tiene arrastre y carisma propios. Es buena candidata pues. La elección en Iztapalapa será muy interesante pues se enfrenta a otra gran candidata como lo es Dione Anguiano. 

En Magdalena Contreras, Morena postulará a Patricia Ortiz Couturier, secretaria de jóvenes de Morena. Patricia muy seguramente no ganará pero el hecho de que sea una jóven promesa de la política (en un grupo tan necesitado de jóvenes como el de Andrés Manuel) es totalmente positivo. Además, si algo se necesita es foguearse en campañas. 

En Miguel Hidalgo, Andrés Manuel originalmente seleccionó a José Agustín Ortiz Pinchetti, su secretario de gobierno que finalmente le dijo que ya no estaba para esas batallas. Tras un infructuoso coqueteo con Mario Delgado, las fichas finalmente se inclinaron por Héctor Vasconcelos, ex-embajador y académico (y si, hijo de José Vasconcelos). La elección de Miguel Hidalgo promete ser interesante al jugarse la supervivencia del grupo político de Víctor Hugo Romo y Amalia García, pero Héctor será un jugados secundario. 

Milpa Alta tendrá a María Guadalupe Chavira de la Rosa, quien ya gobernó esa delegación entre 2000 y 2003 y quien en 2012 reapareció como parte del gabinete de Graco Ramírez, al que obviamente debe haber renunciado, siendo conocido el notorio disgusto entre López Obrador y Graco. Será interesante ver si Chavira conserva sus ligas políticas en una delegación tan pequeña donde el PRI tiene una fuerza nada despreciable.

En Tlahuác será elegido Rigoberto Salgado Vásquez, quien fue diputado en la LXI Legislatura por esa delegación y antes de eso desempeñó diversos cargos en la estructura delegacional. Tampoco es un perfil muy conocido pero cuando menos no es un cuadro de López Obrador visto recurrentemente. 

En Tlalpan se tiene una carta relativamente aceptable. Claudia Sheinbaum, investigadora (eso si, muy reconocida) de la UNAM y secretaria de Medio Ambiente en el sexenio de López Obrador será la candidata. Claudia quizá no sepa mucho de campañas y no haya sido candidata pero su marido (Carlos Ímaz, tan poco querido) si lo es, así que eso podría salvar un poco las naves. Además es una persona ciertamente carismática. Deberá enfrentar a Héctor Hugo Hernández de IDN o a Carlos Hernández de Vanguardia Progresista.

Venustiano Carranza será para Patricia Ruiz Anchondo quien fue jefa delegacional sustituta entre 2004 y 2006 además de Procuradura Social. Ruiz Anchondo posee una relativa popularidad en su delegación y dada su trayectoria de activismo social, tiene un tanto de trabajo territorial. No es esencialmente una mala candidata.

Finalmente, Avelino Méndez Rangel, eterno aspirante en el PRD fue elegido candidato en Xochimilco. Méndez Rangel ha sido diputado local y federal además de haber laborado en el gobierno delegacional. El veterinario tiene trayectoria y trabajo aunque hay que notar que nunca fue tan fuerte como para obtener la candidatura. Sin embargo, podría hacer un digno papel. 

De las candidaturas a diputaciones locales ni vale la pena hablar pues francamente son puros desconocidos fuera de los círculos de Morena. Por ahí andan César Cravioto, ex-director de IASIS para el distrito IV y Beatriz Rojas Martínez, ex-diputada local por el VI por el que volverá a competir, ambos distritos son de Gustavo A. Madero. 

También destacan José Alfonso Suárez del Real, ex-colaborador de Dolores Padierna para el distrito XII de Cuauhtémoc, Alejandro Esquer Camacho, por muchos años secretario particular de Andrés Manuel para el distrito XX de Cuajimalpa. Rodrigo Chávez Contreras por el distrito XXI de Iztapalapa y quien junto con sus dos hermanos regenteó el PRD de Tlalpan hace muchos años. Anda por ahí Gerardo Villanueva Albarrán, fiel seguidor de Martí Batres que busca repetir por el distrito XXXII de Coyoacán así como el ex-director del INVI y ex-diputado local David Ricardo Cervantes Peredo. 

Es decir, salvo dos o tres candidatos Morena no tiene candidatos que tengan empuje propio y carisma propio. Se podrá decir lo mismo de algunos candidatos del PRD pero cuando menos estos habitualmente tiene trabajo territorial que les ha permitido tener sus propias fichas y opciones y mantener de manera más o menos consistente posiciones de poder, aún cuando son grupos que también se están repitiendo. 

Andrés Manuel ni siquiera tiene eso. Sus candidatos en su gran mayoría se van a colgar de la foto y el prestigio de él mismo para hacer campaña. Ni siquiera le garantizan votos propios. Se podría pensar que López Obrador ni siquiera está mandado candidatos para ganar, está mandando candidatos para que le quiten votos al PRD lo cual es claramente su objetivo. Que en el camino lamentablemente se lleven un proyecto de izquierda para la ciudad parece no importarles (lo mismo que a los Chuchos que están en esa misma miserable posició). 

El fenomeno de personalización de la política siempre es peligroso aunque a López Obrador es lo que le ha funcionado a través de los años. Sin duda las elecciones intermedias serán una prueba de su efectividad y arrastre como candidato que carga consigo a quinientos candidatos. Lo triste es que Andrés Manuel no busca ganar sino salvar el registro. ¿Para eso querías un partido?

Será interesante ver a donde lleva esto. Al tiempo. 

Y en la próxima madeja: Mi problema con la izquierda.