domingo, 29 de mayo de 2016

Alicia a través del Espejo

La Madeja del Gato (sombrera)
Madeja #331
Por Christopher Vergara

Alicia a través del Espejo me daba un montón de flojera. Aún cuando es una cinta Disney, y aunque el trailer era bastante interesante, tenía en su contra que al paso de los años, el sabor de boca de Alicia en el País de las Maravillas de 2010 no es tan bueno y luego tuvo unos reviews espantosos en Estados Unidos (29% en Rotten Tomatoes). Básicamente entre sin muchas ganas al cine. Pero disfruté bastante la cinta. 

Bajo la dirección de James Bobin (director de The Muppets y Muppets Most Wanted), nuevamente bajo el guión de Linda Woolverton (La Bella y la Bestia, El Rey León, Maléfica) y con Tim Burton, ahora en la producción de la cinta. Alicia a través del Espejo se sitúa algunos años después de la cinta anterior, Alicia (Mia Wasikowska) regresa a Londres después de una expedición de varios años justo a tiempo para volver a el País de las Maravillas, donde debe ayudar a su mejor amigo El Sombrero Loco (Johnny Depp) a recuperar a su familia a la que hace muchos años creyó muerta. Para ello deberá conocer a el Tiempo (Sacha Baron Cohen) y viajar al pasado para evitar que la familia del Sombrero muera. 

Es bien divertida la película. La disfruté mucho y creo que tal vez me gustó más que su antecesora. Si, es una inmersión CGI absoluta pero James Bobin dirige bastante bien a su elenco y su mundo y entrega una cinta genuinamente divertida y emocionante. El guión de Woolverton está bastante bien construido. Una vez más vuelve a usar el viaje a Wonderland como un pretexto para mostrar un paralelo entre la vida de Alicia en el mundo real y aquel país. En esta ocasión me parece que está mucho más claramente establecido y resuelto el conflicto. 

El viaje a el País de las Maravillas es bien bonito y divertido. Tenemos escenarios delirantes y divertidos como la Casa del Sombrero y conocemos nuevos sitios como el Castillo de Tiempo que tienen un diseños extraordinarios. Pero además tenemos la oportunidad de conocer el pasado de nuestros personajes, versiones más jóvenes del Sombrero, Mirana, la reina blanca (Anne Hathaway) e Iracebeth, la Reina Roja (Helena Bonham Carter). Conocemos no sólo su pasado, sino lo que ha motivado sus acciones. 

Y al final, todo se siente bastante redondo pues tiene una función dentro de la historia (aún y cuando hay algunas cuestiones bastante gratuitas o que convencen poco, como que la regla de no ver a tu yo del pasado se corrija fácilmente con poner la Cronoesfera en su lugar) ya que la cinta tiene una idea o mensaje bastante claro que quiere contar, y la cual, aunque se nos dice desde el principio, cierra hasta el final: No puedes cambiar el pasado, pero puedes aprender algo de el. 

Me parece un giro bastante bonito del viaje en el tiempo. Estamos acostumbrados a los viajes en el tiempo que tienen por motivo cambiar o corregir ciertas situaciones. Esta lectura de Bobin y Woolverton es bastante buena y cercana a la realidad. No podemos cambiar el pasado, sólo debemos aceptarlo, eventualmente dejarlo ir y aprender de el. 

Al principio Alicia menciona que no le gusta el tiempo pues siente que le roba todo lo que tiene. Y es una reflexión bien bonita porque si algo hacemos los seres humanos es ver el tiempo como algo negativo que nos va quitando cosas o personajes, nos envejece o incluso nos lleva a morir, y aunque es esencialmente cierto todo eso, también es cierto que antes que quitarnos cosas, el tiempo nos regala cosas por el simple hecho de que vivimos. Es realmente una reflexión bien bonita. 

El guión y la dirección se ven reforzados por un elenco que realiza bastante bien los papeles que conoce. Mia está fantástica como la fuerte aunque en ocasiones dubitativa Alicia (incluso con ese innecesario pero divertido viaje al hospital para enfermos mentales), Johnny Depp borda un Sombrero idéntico al que conocemos lo cual significa que si lo amaste en la anterior cinta igual te gustará acá. Si, está bastante bien. Helena Bonham Carter está deliciosa como la Reina Roja mientras que Anne Hathaway repite a su delicada y encantadora Reina Blanca. Sacha Baron Cohen que es la nueva adición al grupo de personajes está muy bien como Tiempo. Un personaje que aunque parece será el peor villano, termina siendo un gran aliado. 

Vayan a ver Alicia a través del Espejo. No se si sea una buena adaptación de las obras de Lewis Carroll (me atreveré adecir que no), no es ni de cerca la mejor película del año, pero es una divertida y visualmente deslumbrante aventura que te encantara durante dos horas y te dejará con una gran sonrisa al final. 

Y en la próxima madeja: Review de Buenos Vecinos 2.

X-Men: Apocalipsis

La Madeja del Gato (mutante)
Madeja #330
Por Christopher Vergara

Los X-Men son mis personajes de cómic favoritos. Por mucho. No sólo porque son unos personajes geniales con poderes asombrosos e historias emocionantes y divertidas. Una importante razón por la que amo a los X-Men es que en su esencia contienen una clara y potente metáfora sobre la discriminación y aceptación hacia lo que es distinto. Con base en esta alegoría sobre las minorías y la discriminación (la cual se debe fundamentalmente a Chris Claremont, legendario guionista de la serie durante diecisiete años) los X-Men construyeron decenas de brillantes historias a la vez que exploraban los bordes de la imaginación y la fantasía más alucinantes. Amo los X-Men porque tienen cosas interesantes y vigentes que decir. 

El principal problema de X-Men: Apocalipsis es que realmente no tiene nada interesante que contar. 

X-Men: Apocalipsis es la sexta entrega en la serie mutante (novena, contando los spin-off) y cierra el ciclo iniciado en X-Men: Primera Generación de 2011. Situada en 1983, diez años después de Días del Futuro Pasado, nos presenta a un Charles Xavier (James McAvoy) viviendo una suerte de utopía mutante en su escuela para jóvenes dotados en Nueva York, la cual dirige al lado de Hank McCoy (Nicholas Hoult) con relativa tranquilidad. Todo cambia abruptamente cuando un ancestral mutante llamado En Sabah Nur (apodado más apropiadamente Apocalipsis, e interpretado por Oscar Isaac) despierta de un sueño de cientos de años decidido a exterminar a la raza humana y reclamar el lugar que considera los mutantes deben tener. 

Apocalipsis, un villano creado en 1986 por Louise Simonson y Jackson Guice en las páginas de X-Factor y que alcanzó su pivote de fama en los noventa durante la interminable maxiserie Age of Apocalypse no está realmente dentro de mis villanos favoritos. La mayoría de sus historias no me parecen memorables o buenas y creo que su fama realmente sólo proviene de que su imagen y poderes son bien badass aunque huecos. 

Y ese mismo problema se traspasa a la pantalla. Como villano Apocalipsis es bien flojo. Tenía muchas esperanzas en la interpretación de Oscar Isaac (a quien amé como Poe Dameron en The Force Awakens) pero realmente no tiene mucho con que trabajar más que hacer una versión ligeramente menos caricaturizada del villano Ivan Ooze de los Power Rangers. Sus motivos básicamente no existen, sus poderes son tan poco claros (o tan infinitos) que básicamente se vuelve inútil que necesite jinetes y esa misma omnipotencia es la que termina haciendo algo forzado su final. 

El equipo tampoco tiene algo nuevo que decir pues básicamente lo que ya habíamos visto en pasadas entregadas. Repetimos la vaguedad de Magneto (Michael Fassbender) y Mystique (Jennifer Lawrence) entre ser héroes, antihéroes o villanos (la tercera vez en veinte años). Repetimos la negativa de Xavier a tener X-Men (por tercera vez) y aunque en esta ocasión parece que en definitiva nacen los X-Men el hecho hasta pierde relevancia pues la cinta está más ocupada en iniciar una nueva trilogía que en terminar apropiadamente esta. 

Pese a ello, el nuevo elenco está bastante bien. Tye Sheridan interpreta a un dubitativo pero líder en potencia Scott Summers, Sophie Turner pese a una cara poco expresiva es bastante buena como Jean Grey (y su despertar Fénix final, es puro fan service pero bien genial). Kodi Smith-McPhee está brillante y hermoso como Nightcrawler (a diferencia del meláncolico religioso de X-Men 2, este es el Kurt divertido y bromista que todos amamos) y Alexandra Shipp promete como Storm. 

Es un spoiler pero no me puedo quedar sin decirlo. Alex Summers (Lucas Till) tiene una muerte completamente estúpida e innecesaria. Ignoren el hecho de que pese a ser el hermano VEINTE AÑOS MÁS VIEJO  de Scott se ve como si tuviera apenas cinco más (también Charles, Magneto, Hank e incluso los humanos  Moira MacTaggert y William Stryke se ven igual de radiantes y jóvenes), ignoren eso pero no ignoren que su muerte es estúpida, innecesaria y anticlimática (Alex muere con el único fin de explotar la mansión y darle a Quicksilver sus cinco minutos de fama pues fracasa miserablemente en su objetivo de salvar a Charles). 

Otra queja más sobre Apocalipsis: sus jinetes son la cosa más inútil del mundo. Ignoren que salvo Magneto, los otros tres son fusibles intercambiables. Angel (Ben Hardy) sólo existe para que recordemos cuando en los cómics Apocalypse hizo a Warren su jinete tras restaurarle sus alas. Psylocke (Olivia Munn) ni siquiera tiene un fin o propósito más que verse genial y usar la katana psíquica. Magneto tiene un arco más interesante pero que desgraciadamente está muy visto (e incluye una innecesaria destrucción de Auschwitz).

Para el espectador común X-Men: Apocalipsis es una buena cinta. Es bastante energética, tiene muy buenas secuencias de acción, tiene toques de comedia bastante divertidos, tiene un agradable cameo de Wolverine alá Arma X... es un roller coaster de diversión, explosiones y acción durante dos horas. En ese sentido es bastante buena. 

El punto es que fuera de eso no dice nada. Y Bryan Singer nos había acostumbrado a cintas de los X-Men que dijeran algo. 

Al final del día, X-Men: Apocalipsis es una eficiente y divertida cinta de acción que no aporta nada al género o a la franquicia pero que es una adición que merece cuando menos una vista. Quizá sea momento de que Fox ceda la batuta a otro director que de un nuevo enfoque a la franquicia. Por lo menos el nuevo elenco introducido es bastante agradable. 

El Último Hilo: Prometen a Nathaniel Essex. Mister Sinister puede ser bien interesante, si está bien escrito. 

Y en la próxima madeja: Review de Alicia a través del Espejo.

lunes, 16 de mayo de 2016

Los candidatos al Constituyente

La Madeja del Gato (electoral)
Madeja #329
Por Christopher Vergara

La Ciudad de México se encuentra en medio del proceso electoral más importante y relevante del que se tenga memoria en nuestra historia reciente. Son las campañas rumbo a la elección que será el punto de cierre (y un nuevo punto de partida) al proceso de transición demócratica que esta Ciudad inició desde que se instaló la primer Asamblea de Representantes del Distrito Federal en 1988. Este 5 de junio será la elección del órgano que dará forma a la vida política de la Ciudad en los años por venir. Es la elección más importante que esta Ciudad realmente ha tenido en años. ¿Y lo parece?

No, ¿verdad?

De no se por la lluvia de vacuos y intrascendentes spots que vemos en la televisión y por alguna triste manta o espectacular colgado por aquí y por allá ni parecería que estamos en campaña electoral. La campaña electoral de hecho se encuentra en su fase final (le quedan poco más de dos semanas) y apenas pareciera que los partidos empiezan a echarle ganas. Es un proceso electoral con 551 candidatos que tendrían que andar por todas las calles proponiendo, discutiendo y escuchando al electorado. Pero no. Al contrario, los partidos políticos pareciera que apuestan a la baja participación del electorado y a que la movilización de sus estructuras les permitan ganar el mayor número de puestos en la elección.

Eso no está bien, y aunque la elección no nos entusiasme mucho (a estas alturas me sigue diviertiendo más la primaria demócrata) es no sólo nuestro derecho, sino nuestra responsabilidad votar. (Más adelante, redactaré otra bonita entrada de porqué es importante votar). Y para votar hay que conocer, empezando por lo obvio, las listas de quienes podrían ser nuestros diputados constituyentes.

Pese a que no le echan muchas ganas a las campañas, las listas de los partidos en su mayoría no están tan mal aún y que todas tienen su negrito en el arroz. En estricto orden de registro, revisemos rápidamente sus perfiles.

Acción Nacional (que para sorpresa de todos tiene los spots más acertados y bien hechos de la campaña) tiene una lista donde si bien se cerró completamente la lista a los ciudadanos (lo cual es un grave error, no son puestos de poder real, sino más transitorio y simbólico) y donde hay reciclaje político a diestra y siniestra cuando menos son perfiles con trayectoria y relevancia. No en todos los casos con buena trayectoria o buena relevancia pero algo es algo. Calculando que reciban entre 10% y 15% de los votos, el PAN tendrá entre seis a nueve constituyentes.

La lista la encabeza Santiago Creel, que pese a ser un grisáceo Secretario de Gobernación es un abogado que tuvo un desempeño bastante bueno en el Senado y tiene una larga trayectoria en el proceso de transición demócratica de nuestro país. Dos veces fallido candidato presidencial y fallido candidato a Jefe de Gobierno es una buena y relevante carta.  Margarita Saldaña, Carlos Gelista, Carmen Segura y José Luis Luege vienen lugares más abajo y entran más en la categoria de quienes vieron sus mejores días políticos atrás y seguramente tendrán en el Constituyente su testamento político. Otros perfiles como Kenia López o Mauricio Tabe aún tienen futuro. De cualquier manera no todos los pérfiles eran indispensables y seguramente algún ciudadano les habría ayudado. 

El Revolucionario Institucional presenta una de las listas más tristes. Igualmente se cerró a los ciudadanos y aunque aquí hay tanto reciclaje político como perfiles jóvenes, en general son cuadros políticos bastante desconocidos para la ciudadanía. Calculando que igualmente reciba entre 10% y 15% de los votos tendría entre 6 y 9 constituyentes. La lista la encabezan Irma Cue Sarquis y Carlos Aceves del Olmo los cuales más allá de recicle político, son reliquias políticas. La primera es una abogada que vio sus mejores días en los setenta y ochenta mientras el segundo es el flamante y 'juvenil' líder de la CTM que heredó el cargo tras la muerte de Joaquín Gamboa Pascoe meses atrás. Hasta Cynthia López Castro en tercer lugar encontramos un joven perfil en crecimiento mientras que los siguientes candidatos caen en la categoria de ilustres desconocidos.

Pese a que no lo parece el PRD armó una lista bastante buena. Abrió sus espacios a ciudadanos y en general hay muy buenos perfiles. Los primeros seis lugares son externos y la encabeza la periodista y activista por los derechos de las personas con discapacidad Katia D'Artigues, le siguen el economista Enrique Provencio y la feminista de cepa Marcela Lagarde así como el periodista de La Jornada, Miguel Ángel Velázquez. Ya en la categoria de miembros del PRD se encuentra la destacada economista y piedra angular del PRD, la maestra Ifigenia Martínez. No todo es perfecto y encontramos la cuota de cascajo político en perfiles intrascendentes como Jesús Ortega y José Manuel Oropeza. Finalmente la diversidad sexual se encuentra bien representada con la activista Lol Kin Castañeda así como el flautista Horacio Franco quien me parece está en la zona de riesgo para ser electo. Previendo que el PRD tenga entre 18% y 25% de los votos tendría derecho a entre 11 y 15 constituyentes.

El PT probablemente sólo tenga un espacio el cual será para Adolfo Orive, antiguo priista en la época de Colosio y 'camarada' de largo cuño de Alberto Anaya presidente del partido con quien apenas el año pasado se había peleado a muerte. Es un perfil inteligente aunque ciertamente muy ideológico. El Partido Verde presenta una lista que aunque en su segunda y tercera posición no está mal se encuentra encabezada por el vicepresidente jurídico de Grupo Televisa, lo cual es bastante oscuro. El Verde tendrá entre uno y tres constituyentes.

Movimiento Ciudadano también tendrá entre uno y tres constituyentes y la lista la encabeza Esthela Damián Peralta, experredista de Nueva Izquierda que tiene sus reales en Venustiano Carranza y cuenta con trabajo político ciertamente sólido que fue de inmediato adoptado por Dante Delgado. Le sigue Alejandro Chanona Burguete, del grupo político de Dante Delgado y quien antaño fue diputado federal. 

Nueva Alianza (quien tiene los spots más espantosos de la temporada) lleva por delante a Gabriel Quadri, su otrora candidato presidencial así como Alejandra Moreno Toscano, quien fuera directora de la Autoridad del Centro Histórico y es gente muy cercana a Marcelo Ebrard.

La lista de Morena tampoco está mal, aunque sus candidatos en general tienen una ideología nacionalista y anti-diálogo bastante marcada. Calculando entre 20% y 27% de los votos Morena tendrá entre 13 y 17 constituyentes. La lista la encabeza la académica en temas de transparencia Irma Sandoval Ballesteros, seguida de dos incondicionales de AMLO, Bernardo Bátiz quien fuera su procurador y Bertha Elena Luján su contralora general. Abajo aparece el actor Bruno Bichir y la omnipresente Clara Brugada. También son candidatos personalidades como el fundador de La Jornada, Carlos Payán, el jurista Jaime Cárdenas, el escritor Mardonio Carballo así como el abogado Javier Quijano. Héctor Bonilla es de los últimos probables mientras que Fabrizio Mejía, Patricia Ruiz Anchondo, Damián Alcazar o Dolores Heredia aparecen en posiciones muy poco probables de ingresar.

Finalmente, la lista de Encuentro Social la encabeza Andrés Millán, presidente del partido en la Ciudad y cercano a Mario Carrillo, ex-director del DIF-DF y cercano al grupo de Marcelo Ebrard.

En los candidatos independientes se materializa mucho de lo que hemos venido señalando sucedería con las candidaturas independientes. En su mayoría se trata de puro cascajo político que no obtuvo lugar en ningún partido. Gente como Enrique Pérez Correa, Lorena Osornio, Nazario Norberto, Ricardo Pascoe o Xavier González Zirión tienen en común haber estado en al menos un partido antes (y de los cuales precisamente no los dejaron ir por valiosos). Incluso llegamos al caso de sospechas de voto corporativo en el caso de Ismael Figuera quien funge como dirigente del sindicato de bomberos. Una vez más, los independientes no son la opción.

La lista de candidatos al Constituyente como todo tiene de chile, mole y manteca. Pero en general las listas no están mal y aunque todas tienen perfiles indeseables también tienen buenos candidatos. Los capitalinos debemos reflexionar a profundidad los perfiles de los candidatos y votar por aquellos que sean más cercanos a nuestra visión de Ciudad. 

Lo que debemos recordar, más allá de el oro y moro que ofrezcan los candidatos es que la Constitución de la Ciudad de México será un documento que tendrá una doble función, pues por un lado regirá la acción del Gobierno de la Ciudad mientras que por otro lado sentará las lineas de acción política que nuestra Ciudad buscará lograr o alcanzar. Deberá ser un documento que consolide el proceso de transición demócratica que esta Ciudad ha vivido en los últimos treinta años a la vez que sentará las reglas del juego para que dicho proceso se ensanche y continúe en los años por venir. 

Como sea y por quien sea, pero voten. 

Y en la próxima madeja: Review de X-Men: Apocalipsis.

domingo, 1 de mayo de 2016

Capitán América: Civil War

La Madeja del Gato (#TeamCap)
Madeja #328
Por Christopher Vergara

Hace unas semanas presenciamos un hueco y ridículo enfrentamiento entre dos grandes superhéroes. Esta semana llegó a las carteleras de México un grandioso y genial enfrentamiento entre dos grandes superhéroes. 

Capitán América: Civil War es la más reciente entrega de Marvel Studios y su Marvel Cinematic Universe. Sirve como inicio a la Fase 3 de películas que durara hasta el 2019 y que será una serie de cintas que cerrará tantas líneas dramáticas como otras que abrirá. Es la tercera parte en la saga del Capitán América, aunque realmente no cierre las aventuras del personaje (Chris Evans, nunca te canses de interpretar al Capitán Rogers). 

Capitán América: Civil War nos sitúa meses después del incidente de Ultron y Sokovia y nos presenta a los Vengadores en una nueva misión en África donde persiguen al criminal Crossbones (Frank Grillo); la misión sin embargo tiene un destino desafortunado que incluye wakandianos fallecidos y el mundo (o las Naciones Unidas) elaboran los Acuerdos de Sokovia, un documento donde los Vengadores tendrán que regirse bajo las directivas de la ONU. Dichos acuerdos dividen a los Vengadores, con Iron Man (Robert Downey Jr.) a favor de ellos, al considerarlos un mal necesario para mantener al público tranquilo, y con el Capitán América (Chris Evans) en contra, al considerarlo un compromiso a su libertad de acción.  Las cosas sólo se complicarán más cuando el Soldado del Invierno (Sebastian Stan) aparentemente regrese a los malos pasos. 

Civil War en los cómics fue una miniserie evento lanzada en 2005 que fue un éxito arrollador en ventas y de alguna forma continúa siendo bastante popular y apreciada por los fans. Escrita por Mark Millar (Ultimates, Kick Ass) e ilustrada por Steve McNiven, la miniserie es bastante similar en temática, lidiando con un incidente en una escuela en Connecticut, que lleva al gobierno de Estados Unidos a implementar una ley de registro de superhéroes que implicó que las actividades superhumanas debieran ser aprobadas y regidas por el Gobierno de Estados Unidos. En general es una miniserie entretenida aunque tiene algunos puntos ciertamente flojos o fallidos. 

Para esta cinta, Christopher Markus y Stephen McFeely (guionistas de las dos anteriores cintas así como de Thor: The Dark World) regresaron al guión junto con los hermanos Anthony y Joe Russo (directores de El Soldado del Invierno) a la silla de dirección y nos regalan una de las mejores cintas de superhéroes que se hayan hecho que además convierte a la saga del Capitán América en una de las mejores y más sólidas trilogías de acción. 

Uno de los problemas primordiales de Civil War el cómic es que el conflicto ideológico que plantea se pierde muy pronto pues torna a Iron Man en un fascista indeseable junto con Hank Pym y Reed Richards. Es decir, la miniserie toma un partido muy claro donde el bando del Capitán América es el correcto. Ese no es el caso con la película, Markus y McFeely supieron armar un guión muy inteligente donde el conflicto, aunque no tan claramente ideológico, se mantiene siempre presente y más importante aún, no toma partido por ninguno de los bandos. 

Aunque es muy fácil decir que eres #TeamCap o #TeamIronMan la verdad es que al final del día ambos lados tienen puntos de vista válidos y ciertos (Aceptar los acuerdos efectivamente compromete tu campo de acción y no aceptarlos es poner en riesgo tu propia existencia como organización) y son las circunstancias de los eventos (entre ellos, la aparición del Baron Zemo y su plan de destruir desde adentro a los Vengadores) lo que termina dándole ligeramente la razón al Capitán. 

Sólo ligeramente pues es obvio que la conclusión de este pausado conflicto es un punto medio. Un punto al que Tony y Steve llegarán donde si bien haya cierta colaboración con la ONU no signifique una subordinación o algo por el estilo. La película sugiere que en el futuro Tony y Steve, cuando menos, tendrán que sentarse a realmente hablar y no sólo seguir peleando. 

Algo que me agradó bastante es la forma en que los guionistas evitaron convertir a Tony en un fascista, trayendo para esa función a un verdadero fascista como el ahora Secretario de Estado, Thadeus Ross, (William Hurt), el otrora general que gustaba cazar a Hulk. Ello permite mantener de alguna forma la integridad heroica de Tony y no ahondar en esa vena oscura como si lo hicieron los cómics, eligiendo mantener un Tony que aunque imperfecto no es torcido como su versión de los cómics. Se podrá debatir si la naturaleza de Tony es torcida o no pero creo que la decisión es necesaria para mantener la neutralidad de la cinta. 

Por su parte, la película jamás deja de ser una cinta del Capitán América. Aún y cuando pierda un poco de protagonismo este sigue siendo el viaje de Steve, un viaje motivado por dos de sus motores principales, dos que lo impulsan desde la Segunda Guerra Mundial. Su mejor amigo, Bucky Barnes, y su más grande amor, Peggy Carter. Steve entra en conflicto abierto cuando su mejor y más viejo amigo está en peligro y es perseguido, aún sin saber si puede confiar en el y lo hace motivado porque su más grande amor, le habla desde el Más Allá, a través de su sobrina-nieta y nuevo amor, Sharon Carter (Emily VanCamp), recordándole que siempre haga caso a su instinto (que en realidad vienen siendo sus valores y su esencia que lo hacen un héroe) aún y cuando todo el mundo le diga que esta en una posición incorrecta, pues eventualmente se revelará como la opción correcta.

Es muy disfrutable en pantalla, el dúo de Steve y Bucky. Ver a dos grandes amigos reencontrarse y luchar conta el mundo es genial. En especial porque la cinta muestra claramente que al final del día es la amistad intensa y única entre ambos la que logra salvar a Bucky de los horrores que vivió y lo devuelve a ser la buena persona que dejó de ser hace setenta años. El Capitán América una vez más reinvindica que no es un héroe por tener un suero especial en su cuerpo, sino porque su espíritu es esencialmente el de una buena persona. Una persona que ante todo se preocupa por los demás y lucha por lo que considera injusto. 

La forma en que juegan el resto de los héroes es algo circunstancial en algunos casos y bastante definida en otros. Visión, Black Widow, Black Panther, War Machine y Spider-Man componen el equipo de Iron Man. Ant Man, Hawkeye, Scarlet Witch, Winter Soldier y Falcon el equipo del Capitán. De todos, Black Widow (Scarlett Johansson) es la más ambivalente lo cual está muy bien construido. Básicamente, el ADN de Natasha sabe que Steve está en lo correcto mientras que su mente le dice que Tony tiene razón en tomar ese ultimátum. Por eso la forma en que lo hace. Visión (Paul Bettany) toma partido por la misma razón, la fría lógica supone que Tony es la versión correcta. Por su parte, Scarlet Witch (Elizabeth Olsen) se une con Steve de forma más circunstancial, debido a que Tony la cuasi-recluyó al cuidado de Visión ya que de alguna forma no tenía la mejor imagen. Falcon (Anthony Mackie) junto con War Machine (Don Cheadle) se unen a su respectivo bando básicamente porque tienen ciega fe en Steve y Tony, respectivamente. Por cierto, la inclusión de Redwing es brillantemente genial. Le amé.

Las nuevas adiciones son bien geniales. Black Panther (Chadwick Boseman) es el personaje que más tardó en convencerme, básicamente porque era un necio embebido en venganza, pero que al final se reivindica de la mejor forma. Visualmente es genial, y T'Challa junto con Wakanda promete mucho más. Fue muy atinada la forma en que Marvel lo introdujo en esta cinta. Ant Man (Paul Rudd) tiene en esta cinta su integración oficial al equipo y lo hace de forma muy genial, no sólo porque tiene un nuevo y fenomenal poder, sino porque Scott Lang es un irreverente y magnífico personaje que aún entre una claqué de chistosos logra brillar por si mismo.

Y Spider-Man... Tom Holland es otra brillante reencarnación de Peter Parker. Es el Peter auténticamente más jóven que conocemos (este realmente es un adolescente) y me parece que es el punto medio entre Tobey Maguire y Andrew Garfield. No es intrínsecamente guapo como Andrew pero tampoco un nerd consumado como Tobey. Es esa mezcla perfecta de nerd apenas guapo apenas cool y elocuentemente encantador. La forma en que todo le asombra y emociona, la verborrea tan casual y caótica, es realmente genial. No se si sea la mejor representación de Spider-Man (esperemos a su película) pero los veinte minutos en pantalla que tiene son alucinantes y prometen demasiado. Visualmente su traje es fantástico pero la interpretación de Holland es la que termina por conquistar. 

Los Russo son realmente unos grandes directores. Logran manejar doce héroes y decenas de secundarios con bastante soltura, creando unas magníficas, divertidas y emocionantes secuencias de acción que se equilibran con momentos de contemplación o preparación (es bien lamentable la muerte de Peggy Carter, uno de mis personajes favoritos por ser el mejor personaje femenino de Marvel). Son dos horas y media que se pasan como agua y te divierten de sobremanera. 

Ojalá haya Capitán América 4. Ya no puedo esperar para los Avengers. 

Y en la próxima madeja: Los candidatos al Constituyente.

El Libro de la Selva

La Madeja del Gato (busca lo más vital)
Madeja #327
Por Christopher Vergara

El Libro de la Selva es conocida como el  fin de una etapa para las cintas animadas del estudio Disney. Fue la última cinta producida bajo la dirección creativa de Walt Disney (Los Aristogatos sólo fue aprobado como proyecto por Walt, pues ya no alcanzó a producirlo) y fue el último éxito animado arrollador del estudio en más de veinte años. Por ello es admirada y cuidada por recelo por los fans; es una cinta perfecta que combina una hermosa y vibrante animación con unos personajes encantadores, una historia emocionante y unas canciones inolvidables. 

Por ello cuando Disney, en su reciente estrategia de realizar cintas en acción viva que adapten sus mayores clásicos animados, anunció que era el turno de El Libro de la Selva es obvio que existió un recelo natural. Aunque la elección de Jon Favreu (Iron Man, Iron Man 2) como director alivió algunas dudas, la inquietud se mantuvo presente, para ser disipada de gran forma al admirar el producto final. 

Dirigida por Favreu y escrita por Justin Marks, basada en la novela de Rudyard Kipling y la película producida por Walt Disney, El Libro de la Selva nos narra las aventuras de Mowgli, un niño que es abandonado en la selva y que gracias a la bondad de una loba es adoptado como parte de dicha manada, hasta que crece y una sentencia de muerte del tigre Shere Khan hace inviable que permanezca ahí. Entonces, la pantera Bagheera intenta guíarlo a la aldea humana mientras el oso Baloo intenta que permanezca en la selva y sea su compañero de aventuras. 

Uno de los retos más importantes cuando tienes que contar una historia que ha sido contada en otras ocasiones (El Libro de la Selva es de esas que se han contado MUCHAS ocasiones) es la necesidad de ofrecer algo nuevo a la audiencia. Favreu impulsado por Alan Horn, presidente del estudio apostó por deslumbrar técnicamente utilizando los más modernos y realistas avances en animación y efectos generados por computadora para crear el mundo en donde habita Mowgli. Una tarea donde la cinta es francamente alucinante.

De hecho, siendo honestos, la cinta más que de acción viva es mezcla de acción viva y animación, pues salvo Mowgli (interpretado con cándidez y chispa por Neel Sethi) el resto de los ambientes y personajes fueron enteramente generados por computadora. Y están bastante bien. El diseño de los animales, sin obviar la existencia de algunos cuantos elementos antropomórficos, en realidad es bastante realista y transmite la esencia de cada personaje, desde la elegancia y firmeza de Bagheera hasta la violencia y odio de Shere Khan pasando por el desgarbo de Baloo o la pasión de Raksha. Los animales y ambientes son tan realistas, que si uno no presta demasiada atención (y muchos en la audiencia no lo hicieron) es fácil pensar que todo en la cinta es completamente real. 

Pero una proeza técnica no es suficiente si no va acompañada de una historia que conmueva a su audiencia. Y en ese aspecto la cinta de Favreu es muy afortunada al lograr mezclar elementos que todos conocemos y que nos han acompañado por generaciones con trepidantes y emocionantes secuencias que le brindan mayor intensidad a la cinta. En ese sentido, Favreu acierta al balanecar los momentos cómicos y ligeros de la cinta (a cargo de Baloo, en su mayoría) con los momentos emocionantes, tensos o incluso sorpresivos. 

La cinta recuerda por momentos al clásico animado (en especial durante los geniales y para mi inesperados momentos donde se reinterpreta los clásicos Busca Lo Más Vital y Quiero Ser Como Tú) pero también tiene momentos de acción propios o incluso serios y más reflexivos, apuntando un tanto hacía mensajes ambientales, como lo es la hermosa y poética reinterpretación que se hace de los elefantes y su rol ceremonial y renovador en la selva, haciendo eco de ser una especia que incluso en la vida real es enormemente noble y humilde. 

Creo que por eso la cinta ha funcionado tan bien en todo el mundo. Porque no es sólo un refrito sin corazón y alma de la cinta animada de Disney, sino que es una versión que por derecho propio reinterpreta el clásico a su manera, le rinde un sentido homenaje, pero también encuentra su propia voz y temática. 

Finalmente la cinta brilla con luz gracias a su elenco de voces que da vida a los distintos personajes. Yo disfruté la versión en español, aunque el elenco en inglés es fabuloso. Bill Murray como Baloo, Ben Kingsley como Bagheera, Idris Elba como Shere Khan, Scarlett Johansson como Kaa y Christopher Walken como el Rey Louie. En español, el doblaje a cargo de Ricardo Tejedo cuenta con Héctor Bonilla como Baloo, Enrique Rocha como Bagheera, Víctor Trujillo como Shere Khan, Susana Zabaleta como Kaa y Francisco Cespedes como el Rey Louie. Es un doblaje bastante sólido, que aunque con algunos detalles de sincronización labial, esta bastante bien logrado, actuado y entonado. En especial y como de costumbre Trujillo se luce como un diabólico y sádico Shere Khan mientras Francisco Cespedes hace una labor envidiable como el juguetón y amenazante Rey Louie (un gorila de quince metros que se pone a cantar aunque ridículo es francamente alucinante). 

El Libro de la Selva es otra afortunada entrega la saga de cintas donde Disney reinterpreta su propia historia y es sin duda otro voto de confianza hacía esa estrategia. La cinta de Jon Favreu no es sólo una digna reinterpretación del último gran clásico de Walt Disney, sino que es una fabula divertida y emocionante por derecho propio que te enamora durante hora y media y te cuenta una encantadora historia de amistad, solidaridad y respeto hacía el medio ambiente que finalmente nos da sustento. 

Si me animo con la secuela. 

Y en la próxima madeja: Review de Capitán América: Civil War.